Takuma Sato trabaja como ayudante terapéutico, intentando facilitarles la vida a sus pacientes. En cierta ocasión, atiende a un músico que ha sufrido un accidente en los ojos que le obliga a tapárselos con vendas durante el día, hasta que se lleve a cabo su cirugía. El tratamiento va de perlas, hasta que Takuma ve un CD de música de chelo que le hace revivir su adolescencia. Cuando le consulta al respecto a su paciente, él le responde que se llama Kujo Katsuyuki y que se dedica a eso. Takuma no puede creer lo que oye: ese es el nombre completo de “Yuki”, su mejor amigo que se fue a Italia hace 10 años para convertirse en un chelista profesional.