RESEÑAS MANGA: ¿Quién es el 11º pasajero?

¿Quién es el undécimo pasajero? Esa es la gran incógnita que perturba la convivencia del dispar grupo de estudiantes que protagoniza la primera de LAS TRES PARTES que conforman este interesante tríptico de ciencia-ficción realizado en 1975 por la Mangaka Môto Hagio, la cual pertenece al revolucionario Grupo del 24; denominado así porque la mayoría de las mujeres que lo conforman, nacieron en torno a ese año de la Era Shôwa (corresponde a nuestro 1949).

El Grupo del 24 consiguió (en los años 70) que ellas mismas realizaran los mangas destinados a un público femenino; hasta entonces los hacían hombres que, aun siendo reconocidos como Shotaro Ishinomori, no supieron ofertar todo lo que su público femenino demandaba y encasillaron el género. Aunque esos primeros maestro, fueron quienes realizaron obras tan importantes para el Shojo como el considerado primer Manga de la demografía: La princesa caballero de Osamu Tezuka.

Hagio junto a sus pioneras compañeras de oficio: Riyoko Ikeda y Keiko Takemiya (entre otras), ampliaron las fronteras temáticas, narrativas y estilísticas del Shojo, así como la profundidad psicológica de los mismos al explorar temas tan controvertidos como la sexualidad de sus personajes; de este modo crearon el género Yaoi (en el que los protagonistas son gais) y el Yuri (cuando las protagonistas son lesbianas).

En el Manga aquí reseñado, la autora aborda de forma magistral (en un segundo plano, sin que la historia gire en torno a ello) los sentimientos y la identidad sexual de sus jóvenes personajes; así como las diferencias derivadas por el género (misoginia) o estrato social al que pertenece.

Lo mencionado anteriormente destaca sobre todo en la primera parte del Manga, ya que trata sobre la convivencia y cooperación de ¿10 chicos? de diversos planetas en una nave espacial a la deriva; estos deben sobrevivir ahí 53 días y superar todas las amenazas que se presenten (serán muchas) si quieren aprobar el examen final de acceso a la universidad Estelar. Pero justo después de que el examinador los abandonara en la nave a su suerte, se percatan de que son 11, por lo que cada incidente o problema lo achacarán a que tienen un polizón.

El papel protagónico de “¿Quién es el 11º pasajero?” recae sobre Tada, un joven de procedencia humilde y con aptitudes de liderato; pero desde el principio se da por hecho que el líder del grupo es Baseska, ya que es Rey en su planeta natal. Además este último hace que la mayoría desconfíe de Tada al acusarle reiteradamente (y a lo largo de toda la obra) de ser el infiltrado, ya que desconfía de él porque posee una suerte de poderes especiales y sabe demasiado sobre demasiadas cosas.

Al contrario de lo que sugiere el título, el grueso de la obra es su continuación: “Al horizonte del este, eternamente el oeste”; donde esta vez el protagonista si es el Rey Baseska, el cual tendrá que resolver graves problemas políticos para evitar que su pueblo se vea envuelto en una guerra interplanetaria. Con esta historia Hagio explora el universo que creo en “¿Quién es el 11º pasajero?”, ya que la trama se desarrolla en un espacio mucho mas grande que en la historia anterior; la acción no solo discurre en el planeta natal de Baseska, también se traslada a diversas naves y otros planetas.

He de mencionar que este manga contiene mucho texto, incluso la tercera parte del Manga, que es un compendio de historias cómicas protagonizadas por Frol (quien es el recurso cómico en las dos historias anteriores), tiene más dialogo de lo común. Pero la narrativa de la segunda historia es particularmente densa, ya que tratar temas políticos y esta repleta de conspiraciones y traiciones; en ocasiones se me hizo un tanto pesada.

En su elegante y preciosista dibujo de trazo fino, limpio y delicado, es patente la deuda que guarda con el primer Manga Shojo (hasta ahora única obra que había leído con esta demografía); al igual que Tezuka, exagera las expresiones y la complexión física de sus personajes. Aunque también, se percibe claramente el interés de Môto Hagio por evolucionar hacia una distribución de viñetas y un estilo de dibujo más complejo (no tan esquemático e infantil), en el cual podemos encontrar similitudes con el Art Nouveau francés (sobre todo en algunas viñetas de “Al horizonte del este, eternamente el oeste”) por su talento a la hora de manipular formas orgánicas y temáticas florales.

Por último, decir que a causa de mi desconocimiento, antes de leer esta obra, pensaba que en todos los Manga Shojos lo principal era el romance; una idea preconcebida a la que creo que han contribuido las editoriales españolas…

Calificación:

  • GUIÓN             7,50
  • DIBUJO           8,50
  • Shojo Nota media          8,00

P.D. La edición realizada por Tomodomo esta especialmente cuidada y me parece magnífica; tiene muchas páginas en bitono (rojo y negro) y algunas a todo color.

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